LA CABRA.
La Cabra es un animal muy familiar para el hombre, al que ha estado íntimamente ligado desde tiempos ancestrales. Fue en el Mediterráneo próximo a Oriente Medio donde apareció el primer espécimen salvaje, la Capra aegagrus. Se desconoce la fecha exacta de su domesticación. Pudo producirse al principio del Neolítico (entre los años 10.000 y 9.000 a. C.), en tierras sirio-palestinas, así como en las faldas de los montes Zagros, en la meseta iraní. Una vez que fue domesticado se convirtió en una figura indeleble del paisaje rural. Es más, algunos hablan de un fenómeno próximo a la simbiosis: la relación entre el hombre y el animal facilitó al primero la conquista de nuevos territorios y el aumento de las poblaciones. La disposición de la Cabra a someterse al líder del rebaño ha marcado, al parecer, su propia subordinación al ser humano.
Su leche se usa
frecuentemente para la producción de quesos, aunque de la cría se obtiene
carne, piel e incluso pelo (es el caso de las razas criadas ex profeso para la
producción de cachemira y fibra de angora; la capital turca se llamaba
precisamente así, Angora). Animal de pequeña talla, una sus principales
características es la agilidad, que le permite saltar y escalar perfectamente.
Sus cuernos arqueados pueden verse en prácticamente todo el mundo,
principalmente en áreas montañosas. Es un animal muy cosmopolita. La coloración
es diferente, en función de la zona y la variedad del ejemplar.
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NIÑOS
EXPLORADORES.
La potencia del aprendizaje por descubrimiento radica en el contacto directo que niños y niñas tienen con el entorno. A través de la experiencia de sus sentidos vitales, del tacto, el movimiento y el equilibrio, se favorecen las redes y conexiones internas que beneficiarán la óptima maduración biológica, despertando las ganas de aprender y de explorar, facilitando el desarrollo motriz y activando su imaginación a través del juego.
El movimiento corporal coordinado y la alegría de descubrir el mundo con ayuda de todos los sentidos, es un don natural durante la primera infancia. Y cuando esta experiencia se da en relación con otros, aparecen nuevas posibilidades de aprendizaje, respecto de sí mismo y los pares: convivir, explorar juntos, arriesgarse y cuidarse mutuamente.
Relacionarse con la naturaleza, el árbol, el río, los animales, son aspectos connaturales al ser humano y en la medida que se faciliten y amplíen estos vínculos al medio en el cual crecemos, más posibilidades existen que sus beneficios se extiendan a los años que siguen.
La actividad educativa de hoy nos llama a re-crear formas de relación en las cuales potenciemos la vivencia de sentir el esfuerzo y logro junto al placer, disfrutar el ejercicio, la libertad de sentir sabores, olores, sonidos, sensaciones, desafíos y encuentros. En definitiva, desplegar nuestro potencial en juegos donde los materiales e instrumentos seamos nosotros mismos.
Cuando niños y
niñas son actores protagónicos, los beneficios se amplían a todas las
dimensiones de la vida. La vida activa, sobre todo en contextos naturales,
disminuye la falta de interés que pudiese existir en lo relacionado con el
aprendizaje de contenidos pedagógicos.
Esto sucede porque permite sentirse parte de un mundo que sólo se construye desde la vivencia directa en espacios y oportunidades de encuentro. En caso contrario, mientras más sedentario permanece, sin necesidad de generar recursos que le presenten nuevas contingencias, nuevos despliegues de sí mismo, se produce un proceso de falta de interés, de acumulación de energías, poco aprendizaje y menos habilidad para la autonomía.
Por lo tanto, en la exploración activa de su entorno, el niño y la niña definen sus posibilidades de desarrollo. El ejercicio, la vida activa y en contacto con la naturaleza, nos entrega la condición de constituirnos en seres humanos reales y generadores de mundo.
Esto sucede porque permite sentirse parte de un mundo que sólo se construye desde la vivencia directa en espacios y oportunidades de encuentro. En caso contrario, mientras más sedentario permanece, sin necesidad de generar recursos que le presenten nuevas contingencias, nuevos despliegues de sí mismo, se produce un proceso de falta de interés, de acumulación de energías, poco aprendizaje y menos habilidad para la autonomía.
Por lo tanto, en la exploración activa de su entorno, el niño y la niña definen sus posibilidades de desarrollo. El ejercicio, la vida activa y en contacto con la naturaleza, nos entrega la condición de constituirnos en seres humanos reales y generadores de mundo.
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TIPOS DE
CARICATURA.
La caricatura
simbólica: Este tipo de caricatura representa a un objeto determinado que
dentro de un contexto especial adquiere una fuerte carga política o social.
La caricatura
festiva: Es aquel tipo de caricatura alegre y desenfadada que sólo busca la
comicidad como fin utilizando para ello la caricatura de personas u otros
objetos contemporáneos.
La caricatura
fantástica: Es aquella que recurre a lo fantástico con el fin de poder reflejar
así una idea, el ejemplo más significativo lo encontramos en los grabados de
Goya tal y como señala Baudelaire.
La caricatura
personal: Es aquella que se centra en los personajes contemporáneos y en su representación
caricaturesca bien sea sólo de la cara o de todo el cuerpo.
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LOS GORILAS: CONSERVACIÓN.
La primatología se encuentra actualmente en uno de sus mejores momentos, gracias a las nuevas tecnologías y al legado aportado por las observaciones históricas. Desgraciadamente, muchas de las poblaciones de primates hoy en día se encuentran en declive y algunas en grave peligro de extinción, principalmente debido a la destrucción de su hábitat causado por la gran presión que ejercemos los humanos. Los gorilas de montaña ejemplifican perfectamente ésta problemática.
Actualmente se reconocen dos especies de gorila: el gorila occidental (Gorilla gorilla), y el gorila oriental (Gorilla beringei). Cada una de ellas se puede dividir a su vez en dos subespecies, que se encuentran aisladas geográficamente unas de otras. Así, en total hay 4 subespecies de gorila, y la más oriental es el gorila de montaña (Gorilla beringei beringei). Esta subespecie tan singular sólo habita en dos macizos montañosos del este de África: el sector sur de las montañas Virunga y el bosque impenetrable de Bwindi de Uganda. Los últimos censos de población indican que entre ambas poblaciones de gorilas de montaña sólo quedan 880 individuos. La población de las montañas Virunga llega a tener hasta 480 individuos, repartidos en tres parques nacionales de tres países distintos: Parque Nacional Virunga en la República Democrática del Congo; Parque Nacional Mgahinga Gorilla en Uganda; y en el Parque Nacional de los Volcanes en Ruanda (PNV).
El PNV presenta un espacio muy limitado, pero con un hábitat muy adecuado para los gorilas de montaña. Es aquí donde se han estudiado durante muchos años desde que Dian Fossey empezó sus observaciones y fundó el centro de investigación Karisoke en 1967. El estudio continuado a largo plazo de esta población ha permitido entender la ecología y la demografía de la especie, y muchos aspectos de su biología, y a su vez está haciendo posible su conservación. Dian Fossey no solo fundó Karisoke dentro del Parque para poder estudiar a los gorilas, sino que luchó para evitar su extinción hasta que fue asesinada en su propia cabaña el 26 de Diciembre de 1985. Más de 45 años después su legado continúa y se vuelve cada vez más significativo. En 1977 quedaban menos de 250 gorilas de montaña en las Virunga, y hoy en día hay más del doble.
El centro de
investigación Karisoke fundado por Fossey sigue existiendo, pero ahora se ubica
en la ciudad de Musanze y bajo el paraguas de la “Dian Fossey Gorilla Fund
International”. Sus numerosos trabajadores, mayoritariamente rastreadores y
técnicos de campo, se siguen dedicando a la protección y al seguimiento de los
distintos grupos de gorilas. De hecho, esta es la población de primate que
tiene la mayor proporción de individuos habituados a la presencia humana.
Actualmente hay alrededor de siete grupos dedicados exclusivamente al turismo,
gestionados por el “Rwanda Development Board”, y una decena que se siguen
diariamente con objetivos científicos por la Fundación Dian Fossey. En ambos
casos, por supuesto, la conservación de estos gorilas es el objetivo principal.
El número y la composición de los grupos de gorilas ha sido muy dinámica a lo largo del tiempo. En la época de Dian Fossey, por ejemplo, había pocos grupos y tenían pocos individuos. Hacia el año 2000 había sólo 3 grandes grupos en la población de estudio, y a partir de 2007 se sucedieron una serie de escisiones que resultaron en una decena de grupos muy diversos. Cada día, pues, hay que gestionar un gran número de personas que suben al Parque para buscar cada uno de los grupos, seguirlo durante varias horas y obtener información. Esta es la rutina que realizan los rastreadores, asistentes de investigación, técnicos de campo e investigadores de forma diaria.
A primera hora de la mañana nos encontramos en el centro de investigación y salimos en coche hacia el PNV. Tras unos 45 minutos en coche por carretera y pista, llegamos a una zona rural cercana al Parque. Allí empezamos a caminar entre plantaciones de eucaliptos, patatas, cereales y piretro, y luego dentro del bosque hasta que encontramos el grupo de gorilas.
El número y la composición de los grupos de gorilas ha sido muy dinámica a lo largo del tiempo. En la época de Dian Fossey, por ejemplo, había pocos grupos y tenían pocos individuos. Hacia el año 2000 había sólo 3 grandes grupos en la población de estudio, y a partir de 2007 se sucedieron una serie de escisiones que resultaron en una decena de grupos muy diversos. Cada día, pues, hay que gestionar un gran número de personas que suben al Parque para buscar cada uno de los grupos, seguirlo durante varias horas y obtener información. Esta es la rutina que realizan los rastreadores, asistentes de investigación, técnicos de campo e investigadores de forma diaria.
A primera hora de la mañana nos encontramos en el centro de investigación y salimos en coche hacia el PNV. Tras unos 45 minutos en coche por carretera y pista, llegamos a una zona rural cercana al Parque. Allí empezamos a caminar entre plantaciones de eucaliptos, patatas, cereales y piretro, y luego dentro del bosque hasta que encontramos el grupo de gorilas.
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LA GUITARRA.
Guitarra es un término que deriva de un vocablo árabe pero cuyo antecedente más remoto se halla en la lengua griega. Se trata de un instrumento de cuerdas que dispone de una caja de resonancia, un mástil con trastes y seis cuerdas que suenan al ser rasgadas con una púa o con los dedos.
Es posible distinguir entre la guitarra clásica (también conocida como guitarra española) y la guitarra eléctrica (en este caso, la vibración de las cuerdas es amplificada a través de un equipo electrónico). Ambos instrumentos musicales emiten distintos tipos de sonidos, por lo que su elección suele depender del estilo de música que se pretende interpretar.
La forma, el tamaño y el número de cuerdas de la guitarra han variado a lo largo de la historia hasta adoptar la forma de la actualidad. Hoy la mayoría de las guitarras están hechas de madera de abeto, palo santo, pino, cedro, ébano o ciprés. La guitarra dispone de una caja de resonancia, un mástil, un puente, un diapasón, trastes, seis cuerdas y un clavijero.
Las cuerdas son
nombradas empezando por la de abajo de todo y se conocen de acuerdo a los
números ordinales: primera cuerda, segunda cuerda, tercera cuerda, cuarta
cuerda, quinta cuerda y sexta cuerda. La primera cuerda es la más aguda,
mientras que la sexta cuerda es la más grave.
Para tocar la guitarra, lo habitual es que se apoye la caja de resonancia sobre el regazo, orientando el mástil con dirección a la izquierda. La mano izquierda oprime las cuerdas contra el diapasón, mientras que la mano derecha se encarga del rasgueo o del punteo.
Para tocar la guitarra, lo habitual es que se apoye la caja de resonancia sobre el regazo, orientando el mástil con dirección a la izquierda. La mano izquierda oprime las cuerdas contra el diapasón, mientras que la mano derecha se encarga del rasgueo o del punteo.