HISTORIA DE CARTAVIO:
UN FRAGMENTO DEL RENACIMIENTO.
UN FRAGMENTO DEL RENACIMIENTO.
Hablar de cambios en el norte, es básicamente hablar de los cambios que afectaron la estructura agraria. Uno de ellos y el más importante fue la inyección de
cuantiosos capitales extranjeros, y la fusión de gran parte de las haciendas
existentes en el siglo XIX y XX. Este proceso de concentración, fue
particularmente intenso entre 1885 y 1890. Como resultado de este proceso, las
haciendas cuya propiedad estaban concentradas por terratenientes nacionales,
fueron vorazmente absorbidas dentro de tres gigantes empresas agrícolas:
Casagrande, Roma y Cartavio, de las familias Gildemeister (alemanes), Larco (italianos)
y Grace (americanos), sus propietarios respectivos, simbolizaban la total
colonización de la agricultura costeña por el capital extranjero en el Valle de
Chicama.
La empresa norteamericana W. R. Grace & Company se hizo dueña de Cartavio
de manera fortuita, en un rubro que desconocía ya que la empresa era naviera,
exportaba e importaba artículos, mercancías y pasajeros de América del Sur
hacia el Norte.
La Grace Line, empresa naviera que incursionaría en la agricultura.
W. R. Grace & Company tenían hipotecas sobre tres
principales plantaciones en el Perú: la de John Bryce en Callao, la de Cartavio
de la Familia Alzamora en el Valle de Chicama y Paramonga de la Familia
Canaval. Hacia 1874 los propietarios de estas tres plantaciones debían a W. R. Grace
& Company casi 600 mil dólares. A consecuencia de la deuda contraída por
los Alzamora, a finales de esa década, entró en posesión de Cartavio que ya
venía operando como interventor. En 1875 Guillermo Alzamora, dueño de Cartavio
debía a W. R. Grace & Company la suma de 285 000 dólares que no pudo pagar.
Este había alquilado la Hacienda de Chiclín y el éxito que tuvo, lo llevó a
comprar una hacienda vecina que estaba dedicada al cultivo de pan llevar
denominada Cartavio, donde se cultivaba pequeñas cantidades de caña de
azúcar; poco tiempo después, adquirió Hacienda Arriba. En ambos casos
tuvo que contraer cuantiosas deudas. Cartavio no poseía un trapiche, por lo que
la caña de azúcar que se producía, seguía moliéndose en la Hacienda de Chiclín.
A comienzos del año 1875 Pablo de la Barrera, representante de la W. R Grace & Company, fue enviado a la Hacienda de Chiclín para velar por los intereses de la compañía. Las deudas fueron cuantiosas e impagables para los Alzamora y tras un juicio perdió la propiedad de Cartavio, que pasó a manos de la W. R Grace & Company, dicha transferencia concluyó en el año 1882, formándose la Cartavio Sugar Company. En ese momento, Cartavio tenía 1200 fanegadas y costaba treinta mil libras esterlinas. Por entonces, aún producía poca cantidad de caña de azúcar, carecía prácticamente de viviendas. Durante la siguiente década no fue sino un elefante blanco para la Empresa Grace Line, porque el campo agrícola era un nuevo sector para los navieros que no dominaban; de manera, que no tenían ni idea de hacer con ella.
William Russell Grace dueño de W. R.
Grace & Company, nació el 10/05/1832 el Ballylinan(Irlanda) y murió el 21/03/1904 en Nueva York. Se casó con Lillius Gilchrist en 1859 y tuvieron 11 hijos. Foto tomada cuando fue alcalde de New York (1885).
A comienzos del año 1875 Pablo de la Barrera, representante de la W. R Grace & Company, fue enviado a la Hacienda de Chiclín para velar por los intereses de la compañía. Las deudas fueron cuantiosas e impagables para los Alzamora y tras un juicio perdió la propiedad de Cartavio, que pasó a manos de la W. R Grace & Company, dicha transferencia concluyó en el año 1882, formándose la Cartavio Sugar Company. En ese momento, Cartavio tenía 1200 fanegadas y costaba treinta mil libras esterlinas. Por entonces, aún producía poca cantidad de caña de azúcar, carecía prácticamente de viviendas. Durante la siguiente década no fue sino un elefante blanco para la Empresa Grace Line, porque el campo agrícola era un nuevo sector para los navieros que no dominaban; de manera, que no tenían ni idea de hacer con ella.
Descarga de caña y carga de azúcar.
El contexto agrario durante ese siglo XIX, fue siempre difícil tras la abolición
de la esclavitud. Dada la ley por Ramón Castilla, los negros abandonaron las
plantaciones de caña de azúcar costeñas donde laboraban como una forma de
castigar a sus opresores; entonces, el hacendado recurrió a una fuente de mano
de obra que resultaba difícil de persuadir, los indígenas de nuestra serranía
que se oponían a dejar sus hogares y terruño, para trasladarse y trabajar en
las plantaciones cañeras. Mientras tanto, se buscó afanosamente mano de obra
que al país le permitiera seguir exportando. Entonces, 1849 el Congreso de la
República dio la Ley China que alentó la importación de coolies chinos que la
estaban pasando muy mal, tras la rebelión en Taiping que se extendió a todo ese
país. Los primeros 79 coolies desembarcaron en Octubre de 1849 y treinta años
más tarde, cuando cesó el comercio humano de chinos habían ingresado 100 mil
coolies.
Faena de descarga de caña, cuando aún la mayoría de los trabajadores eran chinos. La locomotora de la izquierda transportaba la caña desde los campos al Trapiche de la Cartavio Sugar Company.
La carencia de mano de obra, siguió siendo un problema para los hacendados de Cartavio y el de otros, durante la década de 1870, especialmente después de la firma del tratado entre Perú y China de 1873 que prohibió el tráfico de coolies. El gobierno chino no toleró más, que sus ciudadanos sean tratados como esclavos e impuso controles estrictos para protegerlos.
Hacienda Cartavio hacia 1900.
La carencia de mano de obra, siguió siendo un problema para los hacendados de Cartavio y el de otros, durante la década de 1870, especialmente después de la firma del tratado entre Perú y China de 1873 que prohibió el tráfico de coolies. El gobierno chino no toleró más, que sus ciudadanos sean tratados como esclavos e impuso controles estrictos para protegerlos.
Cuando la mano de obra disminuyó por
envejecimiento de los chinos o porque migraban a otras ciudades; entonces, los
productores de caña de azúcar volvieron a mirar a nuestra sierra Liberteña y
Cajamarquina, que representaba una fuente potencialmente rica en mano de obra.
Pero, siempre el gran problema era convencerlos para que vengan a trabajar a la
costa. Así nació el enganche, los contratistas de esas empresas iban
directamente a la sierra para enganchar a la gente; luego, les adelantaban algo
de dinero o artículos y los traían a la costa cañera y dulce.
Por entonces, en Cartavio no había casas, de manera que la gente trabajadora de nuestra serranía fue alojada en humildes galpones o campamentos asignados a cada contratista, cuyos nombres terminaron en calles que se conservan hasta hoy como: Ramos, Vásquez, Proaño, Vicente Delgado, Salaverry, Lucas León, entre otras.
Cuando la gente trabajadora de nuestra serranía se entera, que los enganchadores les daban a los chinos carne, arroz y sal como parte de su contrato, exigieron lo mismo. Esa costumbre persistió y se llamó salario en especie. En algunos casos, otros artículos sustituyeron a los alimentos.
Los antiguos galpones derivaron en
calles que fueron mejoradas durante la llegada a Cartavio de la W.R. Grace &
Co.
Por entonces, en Cartavio no había casas, de manera que la gente trabajadora de nuestra serranía fue alojada en humildes galpones o campamentos asignados a cada contratista, cuyos nombres terminaron en calles que se conservan hasta hoy como: Ramos, Vásquez, Proaño, Vicente Delgado, Salaverry, Lucas León, entre otras.
Octavio
Espinoza (frente), Ramos y Vásquez (derecha), fueron apellidos de los galpones para
personal traído por ellos desde la sierra. Años más tarde, terminarían como casas y permanecerían
los nombres de los dueños de esos enganches.
El enganche desaparecería en 1930
y aparecería nuevamente durante el gobierno de Alberto Fujimori, bajo el nombre
de services.Cuando la gente trabajadora de nuestra serranía se entera, que los enganchadores les daban a los chinos carne, arroz y sal como parte de su contrato, exigieron lo mismo. Esa costumbre persistió y se llamó salario en especie. En algunos casos, otros artículos sustituyeron a los alimentos.
Carga de caña de azúcar en uno de los
campos de Cartavio.
Pero, el nombre de la Hacienda Cartavio, surgió en realidad desde
tiempos coloniales; se llamó San Francisco de Buenos Aires y cambió por uno de
sus propietarios del siglo XVII, don Domingo Cartavio y Lanza; luego, el dueño fue
de Don Valentín del Risco. Además, la ubicación de la plantación colonial
difiere de la actual. El viejo Cartavio (antes San Francisco de Buenos Aires) quedaba
cerca de una huaca que aún se halla en medio del Campo Número Tres de las
modernas plantaciones.
La caña que producía la Cartavio Sugar Company, seguía llevándose a
Chiclín para la molienda de acuerdo a un arreglo que tenían con los Larco.
El año 1887 fue decisivo para la Cartavio Sugar Company, porque finalmente se decidiría tomar una decisión; seguir el acuerdo con los Larco o adquirir maquinaria para una fábrica azucarera. Finalmente, se optó por adquirir maquinaria para elaborar azúcar; es así, como se hace una consulta al mercado nacional y de EEUU. Eligieron la propuesta de la empresa nacional ubicada en el Callao, llamada The Eagle Iron Works cuyos dueños eran Heaton, Cree & kerr. El acuerdo estaba detallado en dos partes, el primero, titulado: “ESPECIFICACIONES DE LA MAQUINARIA PARA LA HACIENDA CARTAVIO DE GRACE BROTHERS CO”, estaba con fecha 4 de marzo de 1887; y el segundo, titulado; “BORRADOR DEL ACUERDO ENTRE LOS SEÑORES GRACE BROS & CO. Y HEATON, CREE, & KERR, PARA INSTALAR EN CARTAVIO LA MAQUINARIA MOLEDORA DE CAÑA PARA MANUFACTURAR AZÚCAR Y RON”. El acuerdo también esbozaba operar la maquinaria en mención. Nueve años más tarde, en 1896 la negociación se hizo realidad, cuando se instala en Cartavio la primera maquinaria para la molienda de caña de azúcar en la Cartavio Sugar Company.
TREN LLAMADO "LA CHAVELONA". Su conductor fue: Don Ismael Cipirán de la Calle Vicente Delgado-Sector Ingenio.
El año 1887 fue decisivo para la Cartavio Sugar Company, porque finalmente se decidiría tomar una decisión; seguir el acuerdo con los Larco o adquirir maquinaria para una fábrica azucarera. Finalmente, se optó por adquirir maquinaria para elaborar azúcar; es así, como se hace una consulta al mercado nacional y de EEUU. Eligieron la propuesta de la empresa nacional ubicada en el Callao, llamada The Eagle Iron Works cuyos dueños eran Heaton, Cree & kerr. El acuerdo estaba detallado en dos partes, el primero, titulado: “ESPECIFICACIONES DE LA MAQUINARIA PARA LA HACIENDA CARTAVIO DE GRACE BROTHERS CO”, estaba con fecha 4 de marzo de 1887; y el segundo, titulado; “BORRADOR DEL ACUERDO ENTRE LOS SEÑORES GRACE BROS & CO. Y HEATON, CREE, & KERR, PARA INSTALAR EN CARTAVIO LA MAQUINARIA MOLEDORA DE CAÑA PARA MANUFACTURAR AZÚCAR Y RON”. El acuerdo también esbozaba operar la maquinaria en mención. Nueve años más tarde, en 1896 la negociación se hizo realidad, cuando se instala en Cartavio la primera maquinaria para la molienda de caña de azúcar en la Cartavio Sugar Company.
La Casa Hacienda de la Cartavio Sugar
Co. en el actual Cartavio, muy alejado del Cartavio Viejo (Campo No 3). Año 1998
Casa Hacienda de la Cartavio Sugar
Co. construida sobre una Huaca. Lugar de Gerencia y Administración. Año 1959.
La maquinaria ofrecida por
The Eagle Iron Works incluía tres calderas con una superficie de calentamiento
de mil trescientos pies cuadrados que trabajaba con aire caliente a presión: un
dispositivo para calentar el aire, una bomba de alimentación que estaba
garantizada para trabajar sin vibración, chimeneas de adobe o fierro, una bomba
contra incendios, una manguera, un molino, un motor a vapor, un calentador de
jugos, tanques, toneles y un alambique.
Ingenio de la Cartavio Sugar Company
en la Hacienda Cartavio, construida en 1897 (Revista Variedades 17/09/1910).
Vista desde el actual Ron Cartavio, entonces inexistente.
El primer Gerente de la Cartavio Sugar Company en la Hacienda Cartavio,
fue el norteamericano Coll MacDougall, entre la década de 1890 y la primera
Guerra Mundial, en que se convirtió en millonaria.
Primer Gerente de la Cartavio Sugar
Co.
Hacia 1900 Cartavio contrató a un experto en caña de azúcar Thomas F.
Sedgwick, para estudiar y recomendar mejoras. Hawái ostentaba el record mundial
de producción por acre y se sugería introducir caña Hawaiana en Cartavio.
Sedgwick pasó tres años en Cartavio y en 1905 publica un folleto donde describe
en detalle la hacienda. Examinó cada fase de producción y en 1906 tras concluir
su consultoría fundó la primera Estación Agrícola del Perú.
El 12 de marzo de 1930, Luís José de
Orbegoso, arrendatario de la Hacienda Chiquitoy invitó a los ejecutivos de la Cartavio
Sugar Co. o W. R. Grace & Co. a un almuerzo en dicha hacienda. Entonces, la
caña de Chiquitoy era molida en el Ingenio de Cartavio.
SENTADOS: Ross E. Douglass, Luis G.
Miranda, Adolfo Garni, Luis José de Orbegoso, Carlos W. Van Law, Herbert G.
Redshaw, Coll Mac Dougall.
DE PIE: Francisco Cater, Douglas
Campbell, Henry E. Dawson, Jorge Ardiles, Dr. Cecilio Cox, Guillermo de
Orbegoso, Jaime de Orbegoso, Charles James Billwiller, Jr., Gaston J. Lipscomb,
Jorge de Orbegoso.
Foto: Casona Colonial de Chiquitoy. Fuente: Familia Griffin.
W.R.GRACE AND
COMPANY EN LA ACTUALIDAD.
Actualmente la W. R. Grace and Company es un conglomerado químico con
sede en Columbia, Maryland, Estados Unidos.
La empresa tiene dos divisiones, productos químicos Davison y productos
químicos de rendimiento. La unidad Davison se dedica a realizar catalizadores
químicos, catalizadores de refinación y productos a base de sílice que permiten
a otras compañías fabricar productos derivados del petróleo crudo refinado. La
unidad de productos químicos de rendimiento hace aditivos para cemento y
hormigón a prueba de fuego, productos químicos y selladores de embalaje.
La Grace tiene más de 6.400 empleados
en casi 40 países y ventas anuales de más de US $ 2,5 mil millones. Las
acciones de la compañía, con el símbolo "GRA", cotizan en la Bolsa de
Nueva York.
La W R GRACE & CO tiene su sede en LIMA. En la Av.
Venezuela Nro. 3299 LIMA.
CARTAVIO ACTUAL CON PINCELADA ENTRE EL
PASADO Y EL PRESENTE.
Cuadro del actual Cartavio. Vista
desde la Plaza La Concordia. Pintor: Marco Tenicela.
BIBLIOGRAFÍA
· Los Años
Formativos. 1850-1930. Lawrence A. Clayton. USA.
· Formación
de las Haciendas Azucareras. Peter F. Klaren. Editorial Instituto de Estudios
Peruanos.Lima.1970.
· FOTOS: Archivos personales y públicos.
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