ENSENADAS-
Según las Ciencias de la Tierra, una ensenada es un accidente geográfico costero caracterizado por una entrada circular de agua y una boca estrecha. A veces se denomina de esta forma a cualquier bahía, pero los geólogos especifican este término porque una ensenada es más pequeña que una bahía.
Las ensenadas se originan en zonas donde las franjas de roca de distinta resistencia a la acción de factores externos están ubicadas en forma paralela a la costa, por eso se denomina costa concordante a este tipo de costas.
Cómo se origina. Proceso posterior
La ensenada tiene lugar cuando una franja angosta de roca resistente, como la roca ígnea o la piedra caliza, configura la línea de costa, ubicándose la otra franja de rocas menos resistentes, como arena o arcilla, detrás de aquella, es decir en el medio. Ya que además hay una tercera franja, que es la que determina la última parte de la ensenada, conformada, como la primera, por roca resistente.
De aquí en más, todo dependerá de la actividad de las olas sobre la ensenada, cuya intensidad afectará en gran medida a las áreas más débiles. Sin embargo, también puede suceder que ejerzan su acción sobre rajaduras presentes en las áreas de rocas más fuertes que forman el acantilado, por lo que también puede atravesarla.
Luego, la franja del medio sufre un proceso de erosión a causa de la actividad de las olas y de agentes atmosféricos, físico-químicos y biológicos.
El efecto de la erosión es el mismo en todos los puntos del contorno de la ensenada, dado que las olas fluyen a través de entradas estrechas y luego se dispersan al ingresar a este cuerpo de agua, dándole la forma redondeada que lo caracteriza.
La ensenada tiene lugar cuando una franja angosta de roca resistente, como la roca ígnea o la piedra caliza, configura la línea de costa, ubicándose la otra franja de rocas menos resistentes, como arena o arcilla, detrás de aquella, es decir en el medio. Ya que además hay una tercera franja, que es la que determina la última parte de la ensenada, conformada, como la primera, por roca resistente.
De aquí en más, todo dependerá de la actividad de las olas sobre la ensenada, cuya intensidad afectará en gran medida a las áreas más débiles. Sin embargo, también puede suceder que ejerzan su acción sobre rajaduras presentes en las áreas de rocas más fuertes que forman el acantilado, por lo que también puede atravesarla.
Luego, la franja del medio sufre un proceso de erosión a causa de la actividad de las olas y de agentes atmosféricos, físico-químicos y biológicos.
El efecto de la erosión es el mismo en todos los puntos del contorno de la ensenada, dado que las olas fluyen a través de entradas estrechas y luego se dispersan al ingresar a este cuerpo de agua, dándole la forma redondeada que lo caracteriza.
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TIBURONES DE AGUA DULCE
Este género llamado Gylphis es realmente extraño y casi no se tiene información sobre él. Esto se debe a que las especies que lo componen se mantienen ocultos en su hábitat. A diferencia de los marinos, estos grandes peces se encuentran en arroyos, lagos y ríos.
Por el momento, se conocen 6 tiburones de agua dulce, uno de ellos ya extinto y el resto en peligro crítico de extinción:
1. Tiburón lanza
Se trata de una especie de tiburón muy poco conocida, que vive en Australia, Nueva Guinea y Malasia. Prefiere las aguas turbias de los ríos, los manglares tropicales y los estuarios alejados de las costas.
Hasta el momento, el espécimen más grande que se ha hallado medía unos 2,5 metros. El cuerpo de esta especie es aerodinámico, robusto, y con cabeza ancha y corta que incluye un hocico aplastado y una nariz grande terminada en triángulo.
Sus mandíbulas son amplias y los dientes con bordes serrados, que le permiten alimentarse principalmente de peces óseos y crustáceos. No es un tiburón demasiado activo, pero, si lo necesita, nada a grandes velocidades.
2. Tiburón fluvial birmano
Este pez cartilaginoso de la familia de los Carcharhinidae se pudo analizar tras capturar a un ejemplar en el río Irrawaddy de Birmania, ya que prefiere aguas salobres con sedimentos y manglares. El cuerpo es gris con piel muy gruesa, hocico corto y redondo, ojos y fosas nasales pequeños, y aleta dorsal bien ancha.
Son varios los motivos por los cuales el tiburón fluvial birmano se encuentra en peligro crítico de extinción: la pesca intensiva con redes y dispositivos eléctricos, la contaminación del agua, la destrucción de los manglares y el área de distribución muy restringida.
3. Tiburón fluvial del norte
Es otro de los tiburones de agua dulce, que en este caso habita en los ríos de Papúa Nueva Guinea y el norte de Australia, principalmente en áreas con muy poca visibilidad, mareas de gran amplitud y fondos blancos.
Es muy similar a otras especies fluviales del género Glyphis: cuerpo robusto, cabeza aplanada, hocico redondeado, ojos pequeños y boca grande con 34 filas de dientes en la mandíbula superior y 35 en la inferior, todos terminados en punta.
Estos peces no se ven demasiado y se estima que solo quedan 250 en libertad. Al ser capturada ilegalmente por pescadores comerciales o deportivos, y al vivir en un hábitat degradado, debieron hacerse varios esfuerzos para evitar su extinción, como crear un área protegida en Kakadu, en el norte australiano.
4. Tiburón del Ganges
Esta especie es muy rara y solo se puede ver en uno de los ríos más importantes del mundo, al igual que un ‘pariente’ cercano, el tiburón sarda, con el cual suele ser confundido. También se lo puede hallar en los cursos medios y bajos de otros ríos de India: Hooghly, Brahmaputra, Bihar y Orissa.
El tiburón del Ganges tiene cuerpo de color gris amarronado, sin manchas, compacto y con un hocico redondeado. Es una especie vital en el ecosistema fluvial y se dice que es bastante peligroso con los seres humanos, aunque esto no ha sido confirmado por los científicos.
5. Tiburón fluvial de Borneo
El último de los tiburones de agua dulce del que se tenga información es de pequeño tamaño (las hembras miden alrededor de 80 centímetros y son un poco más grandes que los machos) y se cree que hoy en día solo quedan 30 individuos en su hábitat natural (ríos y lagos de Borneo), por lo que está en estado crítico de extinción.
El tiburón fluvial de Borneo se alimenta de cangrejos y peces, a quienes captura con su hocico cuadrado y robusto, y sus dientes afilados como flechas. El cuerpo es plateado y se reproduce de manera vivípara.
Es otro de los tiburones de agua dulce, que en este caso habita en los ríos de Papúa Nueva Guinea y el norte de Australia, principalmente en áreas con muy poca visibilidad, mareas de gran amplitud y fondos blancos.
Es muy similar a otras especies fluviales del género Glyphis: cuerpo robusto, cabeza aplanada, hocico redondeado, ojos pequeños y boca grande con 34 filas de dientes en la mandíbula superior y 35 en la inferior, todos terminados en punta.
Estos peces no se ven demasiado y se estima que solo quedan 250 en libertad. Al ser capturada ilegalmente por pescadores comerciales o deportivos, y al vivir en un hábitat degradado, debieron hacerse varios esfuerzos para evitar su extinción, como crear un área protegida en Kakadu, en el norte australiano.
4. Tiburón del Ganges
Esta especie es muy rara y solo se puede ver en uno de los ríos más importantes del mundo, al igual que un ‘pariente’ cercano, el tiburón sarda, con el cual suele ser confundido. También se lo puede hallar en los cursos medios y bajos de otros ríos de India: Hooghly, Brahmaputra, Bihar y Orissa.
El tiburón del Ganges tiene cuerpo de color gris amarronado, sin manchas, compacto y con un hocico redondeado. Es una especie vital en el ecosistema fluvial y se dice que es bastante peligroso con los seres humanos, aunque esto no ha sido confirmado por los científicos.
5. Tiburón fluvial de Borneo
El último de los tiburones de agua dulce del que se tenga información es de pequeño tamaño (las hembras miden alrededor de 80 centímetros y son un poco más grandes que los machos) y se cree que hoy en día solo quedan 30 individuos en su hábitat natural (ríos y lagos de Borneo), por lo que está en estado crítico de extinción.
El tiburón fluvial de Borneo se alimenta de cangrejos y peces, a quienes captura con su hocico cuadrado y robusto, y sus dientes afilados como flechas. El cuerpo es plateado y se reproduce de manera vivípara.
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MITOS DEL PARACAIDISMO
TÁNDEM
¿Sientes falta de oxígeno?
Es posible que, debido a la altura, se pueda pensar que notaremos cierta pérdida de oxígeno durante la caída. Sin embargo, ni la velocidad a la que caes ni la altura son factores que afecten en este caso a tu respiración. Lo único que puedes llegar a sentir es la falta de aire provocada por los nervios, ¡pero no hay nada que temer! Solo tienes que gritar dejando salir el aire ¡y así podrás tomar aire nuevamente sin problema!
¿Es el paracaidismo es un deporte peligroso?
El paracaidismo no es peligroso, a pesar de estar considerado un deporte extremo. De hecho, hay menos lesiones en paracaidismo que en la mayoría de todos los deportes. El equipo con el que se salta dispone de un paracaídas de reserva que se utilizará en el caso de que el principal no funcione correctamente. Además, este también cuenta con un dispositivo de apertura automática como medida de precaución.
¿Puedes saltar si tienes vértigo?
Como ya hemos sugerido antes, cuando hablamos de lo que es el paracaidismo tándem, queremos recordarte que muchas de las personas con las que ya hemos saltado tenían miedo a las alturas y han logrado superarlo gracias a una experiencia tan enriquecedora como es el skydive.
Como ya hemos sugerido antes, cuando hablamos de lo que es el paracaidismo tándem, queremos recordarte que muchas de las personas con las que ya hemos saltado tenían miedo a las alturas y han logrado superarlo gracias a una experiencia tan enriquecedora como es el skydive.
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LAS CEBRAS.
Ningún animal tiene un pelaje tan característico como el de la cebra. Las rayas de cada espécimen son igual de únicas que las huellas dactilares (no hay dos iguales), si bien cada una de las tres especies existentes tiene su propio patrón general.
¿Y por qué tienen rayas las cebras?
Los científicos no están seguros, pero muchas teorías se centran en su utilidad como cierta forma de camuflaje. Sus patrones pueden suponer una dificultad para los depredadores a la hora de distinguir a un individuo en una manada a la carrera y distorsionar la distancia al amanecer y al anochecer. O bien pueden eludir a los insectos que solo reconocen grandes reas de piel del mismo color, o actuar como algún tipo de protector solar natural. Debido a su carácter nicho, las rayas también pueden ayudar a las cebras a reconocerse mutuamente.
Las cebras son animales sociales que viven en manadas. Pacen en grupo, normalmente hierba, e incluso se acicalan unas a otras.
La especie más abundante es la cebra
de llanura (o de Burchell). Viven en pequeños grupos familiares formados por un
macho (semental), varias hembras y sus crías. Estas unidades se pueden combinar
con otras para formar espectaculares manadas de miles de individuos, pero los
miembros de la familia se mantienen unidos en el seno de la manada.
Las cebras deben vigilar en todo momento para evitar a hienas y leones. En una manada hay muchos ojos para detectar el peligro. Si un animal es atacado, su familia acudir en su defensa, rodeando a la cebra herida e intentando repeler a los depredadores.
Las cebras deben vigilar en todo momento para evitar a hienas y leones. En una manada hay muchos ojos para detectar el peligro. Si un animal es atacado, su familia acudir en su defensa, rodeando a la cebra herida e intentando repeler a los depredadores.
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LOS CUERVOS EN EUROPA.
Los córvidos –el grupo de aves que incluye cuervos, cornejas y urracas– son el objeto de numerosos programas de control poblacional, tanto en ámbitos cinegéticos como de conservación. Estos controles se basan en la creencia de que eliminarlos es bueno para otras aves. Además, son considerados como eficaces predadores capaces de limitar las poblaciones de sus presas.
Sin embargo, un estudio, publicado recientemente en la revista Ibis, ha analizado el impacto de seis especies de córvidos en un total de 67 especies de aves susceptibles de ser sus presas, entre las que destacan aves cinegéticas y paseriformes.
"En el 81% de los casos estudiados los córvidos no mostraron un impacto detectable en sus presas potenciales"
El trabajo, que ha recopilado la información de 42 estudios científicos y ha analizado un total de 326 interacciones entre córvidos y sus presas, demuestra que tienen mucho menos impacto que lo que se pensaba en otras especies de aves.
“En el 81% de los casos estudiados los córvidos no mostraron un impacto detectable en sus presas potenciales. Además, en el 6% de los casos, se observaron incluso algunas relaciones aparentemente beneficiosas”, señala a Sinc Beatriz Arroyo, autora del estudio e investigadora en el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), centro mixto de la Universidad de Castilla-La Mancha, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el CSIC.
Mayor impacto en la reproducción
Para comprobar el impacto de los córvidos en sus presas, los investigadores –en colaboración con la Universidad de Cape Town (Sudáfrica)– llevaron a cabo diversos experimentos en los que se aislaron a cuervos y urracas, entre otros depredadores, para observar cómo influían en la reproducción y abundancia de otras aves.
Según los trabajos analizados, al retirar a los córvidos de su hábitat la supervivencia de los pollos y el número de huevos de otras aves fueron superiores en la mayoría de los casos. Sin embargo, en cuanto a su abundancia, sin córvidos solo en algunos casos se observó un aumento del tamaño de las poblaciones de otros pájaros.
Según el estudio, al retirar a los cuervos del entorno, en el 46% de los casos las presas tuvieron más éxito reproductor, mientas que su abundancia se redujo en menos del 10% de los casos.
Sin córvidos ni otros depredadores,
incluyendo carnívoros, la productividad de otras aves mejora en el 60% de los
casos
Además, estos estudios experimentales realizados en nueve países diferentes (Canadá, Francia, Noruega, Polonia, Eslovaquia, España, Suecia, Reino Unido y EE UU) revelaron que, si se eliminan los córvidos pero no otros depredadores, el impacto en la productividad de sus presas sería positivo solo en el 16% de los casos. Mientras que sin córvidos ni otros depredadores, incluyendo carnívoros, la productividad de otras aves mejora en el 60% de los casos.
Esto sugiere que cuervos y urracas, entre otros, tienen menos impacto en sus presas que otras amenazas. “También puede ocurrir una depredación compensatoria”, apunta la investigadora.
En el trabajo también han podido comparar los efectos entre los diferentes grupos de córvidos. Entre estos resultados destaca que “las urracas tenían mucho menos impacto en sus presas que otras especies”, declara Arroyo.
Al comparar cuervos y urracas, los científicos demostraron que en el 62% de los casos, los cuervos perjudicaron la reproducción de sus presas, mientras que las urracas influyeron negativamente en un 12%. “Pero no se observaron diferencias relacionadas con la abundancia de las presas”, informa la científica.
Además, estos estudios experimentales realizados en nueve países diferentes (Canadá, Francia, Noruega, Polonia, Eslovaquia, España, Suecia, Reino Unido y EE UU) revelaron que, si se eliminan los córvidos pero no otros depredadores, el impacto en la productividad de sus presas sería positivo solo en el 16% de los casos. Mientras que sin córvidos ni otros depredadores, incluyendo carnívoros, la productividad de otras aves mejora en el 60% de los casos.
Esto sugiere que cuervos y urracas, entre otros, tienen menos impacto en sus presas que otras amenazas. “También puede ocurrir una depredación compensatoria”, apunta la investigadora.
En el trabajo también han podido comparar los efectos entre los diferentes grupos de córvidos. Entre estos resultados destaca que “las urracas tenían mucho menos impacto en sus presas que otras especies”, declara Arroyo.
Al comparar cuervos y urracas, los científicos demostraron que en el 62% de los casos, los cuervos perjudicaron la reproducción de sus presas, mientras que las urracas influyeron negativamente en un 12%. “Pero no se observaron diferencias relacionadas con la abundancia de las presas”, informa la científica.