domingo, 19 de abril de 2020

HISTORIA DE LOS TRENES O FERROCARRILES.

HISTORIA Y EVOLUCIÓN DEL FERROCARRIL EN EL MUNDO.

       Uno de los primeros antecedentes de línea ferroviaria de los que se tiene conocimiento es una obra que seguía el camino del estrecho de Corinto en Diolkos y contaba con 6 kilómetros de longitud, este camino era utilizado para transportar barcos a través del istmo de Corinto durante el siglo VI A. C. Las plataformas eran empujadas por esclavos, las cuales eran guiadas por surcos labrados sobre piedra. Ésta línea funcionó durante 600 años. La función primordial de los Diolkos fue la transferencia de bienes, aunque en tiempos de guerra se convirtió en un instrumento privilegiado para la aceleración de las operaciones navales. La combinación de estos modos de transporte, similar a una vía férrea como transporte terrestre y los barcos seguían siendo únicos en la antigüedad.

       
    En la Alta Edad Media reaparecieron los ferrocarriles. El cardenal Matthäus Lang en el año de 1515 describe un funicular en el castillo de Hohensalzburg, Austria, llamado “Reisszug”. La línea utilizaba carriles de madera y era accionada por una cuerda de cáñamo la cual era movida por fuerza humana o animal. En la actualidad la línea aún sigue funcionando, aunque ha sido sustituida en su totalidad por materiales modernos y es una de las líneas más antiguas en servicio.
    Las líneas de vía estrecha que eran de rieles de madera empezaron a generalizarse en las minas europeas hacia el año de 1550. En el siglo XVII los vagones de madera trasladaban los minerales desde el interior de la mina hasta los canales donde se transbordaba el material al transporte fluvial. Al evolucionar estos sistemas, apareció el primer tranvía permanente en Pensilvania en 1810, el “Leiper Railroad”. En 1768 fue fabricado el primer carril con hierro formado por un cuerpo de madera recubierto por una chapa. Esto fue el paso para la elaboración de vías más complejas y aparecieron los cambios de agujas.
    En 1790 en el Reino Unido se utilizan los primeros carriles de acero. En 1803 se inaugura el primer ferrocarril público tirado por caballos. La invención del hierro forjado en el año de 1820, permitió aumentar su longitud a 15 metros y ya en 1857 se hacen definitivamente los carriles de acero.

   
    A partir de la observación del trabajo en las minas, el ingeniero británico Richard Trevithick ideó la primera locomotora de vapor que se desplazaba por rieles, en 1804. Cuatro años después realizó la presentación del nuevo vehículo, formado por una locomotora que arrastraba una vagoneta a lo largo de un breve recorrido. Aunque el sistema acabó descarrilando, la experiencia alentó nuevos intentos, que culminaron en la puesta en marcha de las primeras locomotoras destinadas no ya a la simple demostración, sino a la comunicación entre núcleos a distancia.
    En el año de 1825 en Inglaterra, con la locomotora Rocket de Stephenson dio inicio la red ferroviaria, que corría de Stockton a Darlington, en 1830 se inaugura la línea entre Manchester y Liverpool y el primer servicio de pasajeros. En el Reino Unido comienza una masiva inversión de capital para construcción de líneas férreas las cuales son imitadas por el resto del mundo.
   Robert Davison inició los trenes eléctricos en 1838, consistía en un carruaje equipado con baterías alcanzando 6.4 kilómetros por hora. En 1840 Biada comienza a desarrollar e impulsar el proyecto del ferrocarril entre Barcelona y Mataró, destinado al transporte de mercancías y viajeros. El 28 de octubre de 1848 inaugura el ferrocarril con su salida oficial de la estación de Barcelona y la llegada a Mataró. El viaje de vuelta se realizó en 35 minutos. El ferrocarril fue un éxito total y contribuyó a facilitar el crecimiento y la prosperidad del Meresme.
En 1857 se usan por primera vez los rieles de acero en Inglaterra, haciendo más eficiente el transporte de carga y pasajeros en ese país. En el año de 1863 se inaugura en Londres el primer ferrocarril metropolitano. 

     
     El primer ferrocarril eléctrico fue un tranvía que viajaba de Portrush y Giant´s Causeway, al norte de Irlanda en el año de 1883, se alimentaba por un tercer riel. No fue sino hasta 1888 que se introdujeron los cables de ferrocarril en tranvías que hasta ese entonces eran arrastrados por caballos. En Roslag, Suecia, se electrifica la primera línea ferroviaria. En la década de 1890 Londres, París y México (en 1896) entre otros, utilizan esta nueva tecnología para la construcción de líneas del metro urbanas. En ciudades medias, los tranvías fueron comunes y el único medio de transporte durante varias décadas. Estas líneas utilizaron corriente continua y la primera línea de corriente alterna fue inaugurada en Austria en 1904. En la Segunda Guerra Mundial hubo locomotoras en todos los frentes de combate.
    Fueron importantes en la Unión Soviética e incluso Estados Unidos facilitó muchas de éstas a los soviéticos para enfrentar la invasión alemana. Lastimosamente también fueron ocupadas para transportar a miles de personas a la muerte. La mítica locomotora alemana la BR 52, es un modelo refaccionado por decirlo de alguna manera de la gran BR 50, según los especialistas, la "primera locomotora de guerra.

  
     Las grandes necesidades de locomotoras alemanas para trenes de mercancías en Alemania durante la segunda guerra mundial explican la proliferación del número de unidades producidas. En primer lugar, se simplificó la construcción de las series 44, 50 y 86 (por ejemplo, se eliminaron los levanta-humos, ausencia de la segunda ventana lateral de cabina en algunas máquinas), se anularon los pedidos para otras series de locomotoras. La "primera locomotora de guerra" proviene de la serie 50. La construcción de la serie 52 no fue prevista en ningún programa de adquisición, ni siquiera en el de 1939. En 1941, se reconoció la necesidad de nuevas construcciones más simples. Este tipo de máquinas deberían, con una carga media por eje de 15 toneladas y una velocidad máxima de 80 km/h tanto marcha adelante como marcha atrás, tener las mismas prestaciones de las BR 50. Se deberían ahorrar cantidades significativas de material y de mano de obra con el fin de aumentar la rentabilidad.


      La BR 50 fue simplificada: de las 6000 piezas por máquina fabricada en tiempo de paz, solo fueron necesarias 5000, de las cuales, 3000 fueron simplificadas, de tal manera que el peso en vacío de la locomotora y del tender pasó de 165 toneladas a 139 toneladas (a partir de 1943: 130 Tn). Se pudo ahorrar 6000 horas de trabajo por máquina. Las locomotoras de vapor dejan de funcionar tras la II Guerra Mundial ya que los costos se incrementaron y se impulso el desarrollo de los motores de combustión interna, que economizaron e hicieron más potentes las locomotoras diesel. A partir de esto varias compañías ferroviarias iniciaron la conversión de sus locomotoras para líneas no electrificadas por locomotoras diesel.
  Con la producción a gran escala de autovías, el transporte ferroviario de pasajeros decayó, mientras tanto el transporte aéreo acaparo el mercado de viajes de larga distancia. La mayoría de los tranvías se sustituyeron por autobuses, mientras que la necesidad de transbordos hizo poco rentable el traslado de mercancías en distancias medias. Además, después de los acontecimientos del Gran escándalo del tranvía de los Estados Unidos el transporte ferroviario urbano se redujo considerablemente. Antes de los años 1930 la gran mayoría de los desplazamientos se realizaban en transporte público, especialmente en el interior de las ciudades, y sólo el 10% de los estadounidenses poseían automóviles. Hasta que, entre 1936 y 1950 empresas con gran interés en el automóvil, como General Motors, Standard Oil y Firestone crean la empresa National City Lines (NCL), que compra las redes de tranvías de 45 grandes ciudades de Estados Unidos para reemplazarlas por redes de autobuses fabricados por General Motors. Entre estas ciudades están Detroit, Nueva York, Oakland, Filadelfia, Saint-Louis, Salt Lake City, Tulsa, Baltimore, Minneapolis, Seattle y Los Ángeles.


    Se acusa a la General Motors y a sus asociaciones de haber querido eliminar el sistema de transporte público de los Estados Unidos con el fin de desarrollar la industria del automóvil. En 1974 el procurador Bradford Snell lleva ante el Senate Judiciary Comittee (Comité de Justicia del Senado) a General Motors por conspiración e intento de monopolio. Las empresas incriminadas fueron juzgadas por violación de la ley Sherman Antitrust y condenadas (con una multa de 5.000 dólares para General Motors y una multa simbólica de 1 dólar para el resto de asociados) por conspiración para favorecer la compra de autobuses General Motors pero no por haber eliminado a los tranvías.


    En 1973 la tendencia cambio a la baja por la crisis del petróleo, los tranvías que no se habían desmantelado han seguido hasta nuestros días por ser nuevamente rentables. Con la introducción de contenedores se mejoró la rentabilidad del transporte de mercancías. En Japón, en el año de 1964, con el tren de alta velocidad se recuperó al viajero interurbano.
  El primer tren bala japonés (conocido como Shinkansen) demostró que las grandes velocidades eran posibles. Los franceses perfeccionaron su TGV (Train à Grande Vitesse, ‘Tren de Alta Velocidad’). La primera vía para TGV, desde el sur de París hasta Lyon, se terminó en 1983 lográndose una velocidad comercial de 270 km/h. En 1994 se habían terminado otras cuatro líneas para TGV, que ampliaban el servicio de trenes de alta velocidad desde París hacia el norte y oeste de Francia y se iniciaron las líneas hacia el sur y la frontera española. Su velocidad ha superado los 300 kilómetros por hora.


   Pero la investigación aplicada por parte de la SNCF (Société Nationale des Chemins de fer Français, ‘Sociedad Nacional de Ferrocarriles’), no se detuvo aquí y en pruebas con tren real efectuadas en mayo de 2007 un TGV alcanzó la marca mundial de velocidad sobre rieles con un registro de 574.8 kilómetros por hora (356 mph). Los italianos y los alemanes han desarrollado su propia tecnología para las nuevas líneas de ferrocarril de alta velocidad y largo recorrido que ya han construido y están ampliando. La Unión Europea desea conectar estas nuevas líneas nacionales para poder ofrecer viajes internacionales en tren de alta velocidad sin interrupciones. Además de Japón, quien ha decidido construir una línea de alta velocidad y largo. 


     En el último cuarto del siglo XX, la evolución de las vías férreas ha estado marcada por la reacción en el mundo desarrollado ante la fuerza de la competencia del transporte por carretera y por aire, por la explotación de la electrónica y por una rápida difusión de los sistemas de metro (urbanos), tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. Deseosas de evitar el colapso en el transporte por carretera, las ciudades secundarias pudieron permitirse un sistema de ferrocarril urbano gracias al renacimiento de los tranvías de superficie como alternativa económica y eficaz al elevado coste de construir un sistema de metro subterráneo tradicional. El tranvía moderno, llamado también vehículo de vía estrecha, puede alcanzar los 100 km/h y transportar a más de cien pasajeros por vehículo.


    El transporte ferroviario de mercancías no escapa actualmente a la competencia que supone el transporte por carretera. Pero sucede que para llenar un tren se necesita un volumen grande de productos. Sólo cuando se dispone de carga suficiente en volumen y frecuencia para llenar uno que vaya desde la estación de origen sin paradas hasta la estación de destino, el ferrocarril muestra su poder competitivo. Así surgen los llamados trenes completos dedicados al transporte de mineral, carburantes, automóviles u otros productos, o los recientes trenes postales. Siguiendo esta línea de llenar un tren a base de paquetería se concibe el transporte intermodal o mixto, desarrollado a partir de la creación del contenedor, un envase metálico modulado de un tamaño suficiente para adaptar uno o dos cajones de este tipo tanto a la plataforma de un camión como a la de un vagón ferroviario. En los contenedores se acopla la mercancía de menor tamaño ganando en tiempo de manipulación, transporte y reparto. Con este sistema, los contenedores llegan por carretera hasta las estaciones ferroviarias, llamadas terminales de carga, donde se pueden ir apilando, y posteriormente pasan a los trenes mercantes donde se transportan, después de un largo recorrido, hasta otra terminal desde la que se hace la distribución de mercancía (en los contenedores) mediante camiones, siguiendo un camino inverso al de recogida.



    En los países desarrollados, estas terminales intermodales tienen un alto grado de mecanización con pórticos grúa o grúas marco y otros avances tecnológicos para conseguir que el transbordo de la carga del tren a camiones y remolques, y viceversa, sea un servicio ágil que favorezca el transporte con este sistema, que hoy resulta competitivo para el ferrocarril a partir de una distancia que se estima en unos 800 kilómetros.

FUENTE: Ings. María Camacho Ledesma, Thalía Eunice Rico Nieto.

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