NATIVOS
NORTEAMERICANOS: CACERÍA 3
LOS NATIVOS
AMERICANOS DE LA MESETA.
La región cultural de la Meseta se
caracteriza por tierras llanas, colinas y cañones empinados. Sus ríos grandes
proporcionan agua.
Al norte del Gran Valle está la
región cultural de la Meseta. Esta región está limitada por las Cascadas al
oeste, las Rocosas al este y el río Fraser dentro de los confines actuales de
Canadá, al norte.
Las montañas de esta región tienen
bosques densos. La parte central, que es la más plana, es más seca y está
cubierta de hierbas y artemisa. El invierno es largo y frío, mientras el verano
es templado.
Los habitantes de la Meseta cazaban
animales y recogían plantas según las estaciones del año. El clima fresco y
húmedo facilitaba el encontrar comida. También contribuían los dos sistemas de
ríos poderosos de la Meseta, el Columbia y el Fraser.
La gente de la Meseta construía sus
aldeas a lo largo de los ríos principales. Los ríos proveían agua para beber, peces
y desechos que se usaban en la construcción de sus casas y leña. La comida era
tan abundante que algunos grupos podían vivir en sus aldeas todo el año. Para
mantener la frescura en el verano y su comodidad en el invierno, construían sus
casas para que se extendieran al subsuelo. Excavaban un hoyo, lo forraban con
un armazón de troncos y lo cubrían todo de vástagos, artemisas y lodo. La gente
de la Meseta practicaba sus habilidades del tejido para crear muchas clases de
canastas, así como sombreros elaborados. Cuando se acercaban los meses fríos,
se dedicaba a hacer ropa. En el otoño, los hombres cazaban antílope y venado.
Entonces las mujeres raspaban y suavizaban las pieles para vestidos, pantalones
y camisas. Decoraban sus productos con diseños de semillas y conchas.
A pesar de que la cacería
proporcionaba mucha carne en el otoño, los habitantes de la Meseta dependían la
mayor parte del año del pescado y de las plantas para alimentarse. En la primavera,
recogían brotes de cebollas silvestres y zanahorias de los pastizales bajos. Su
planta comestible favorita era camas, una raíz almidonada de la familia de los
lirios. Las mujeres la desenterraban con palos de sauce para excavar y la
comían cruda o tostada y también la hacían harina. La comida más importante
para la gente de la Meseta era el salmón. Cuando el salmón migraba río arriba,
los hombres se paraban encima el agua en plataformas de madera construidas. De
ahí podían atrapar fácilmente a los peces con una lanza o una red.
LOS NATIVOS
AMERICANOS DEL SUROESTE.
Sobrevivir en el Suroeste era un desafío. El área contiene montañas,
mesas planas, cañones y desiertos. Las escasas lluvias impiden el crecimiento
de muchos árboles y plantas.
La región cultural del Suroeste
incluye los estados actuales de Arizona, Nuevo México, las zonas al sur de Utah
y Colorado y algunas partes de Texas, Oklahoma y California. Esta región cuenta
con muchos medios ambientes—cañones, montañas, desiertos y mesas planas.
Incluso hay dos ríos mayores, el Colorado y el Río Grande (Río Bravo), pero
apenas hay lluvia en el área. El calor y la falta de agua hacían que vivir en
el Suroeste fuera un verdadero reto. Aun así, algunos nativos americanos
aprendieron a amar esta tierra árida. “Todo el Suroeste era una Casa Hecha del Amanecer”,
dice una vieja canción de los indios. “Había muchos colores en las colinas y en
el llano y había un despoblado oscuro en las montañas de más allá”.
Los grupos diferentes desarrollaron
maneras distintas de sobrevivir en el Suroeste. Algunos vivían como cazadores nómadas
del desierto. A lo largo del Río Colorado, había grupos pequeños que cazaban,
colectaban algunos alimentos y cultivaban otros. Otros grupos sembraban campos
de maíz, frijol y calabaza en las partes altas y planas llamadas mesas.
LOS NATIVOS
AMERICANOS DE LAS GRANDES LLANURAS.
La región de las Grandes Llanuras
consiste sobre todo en pastizales sin árboles y tiene inviernos fríos y veranos
calurosos. Búfalos y otros animales pastaban libremente en un vasto territorio.
La región cultural de las Grandes
Llanuras es un área extensiva de pastizales sin árboles. Las Grandes Llanuras
se extienden 2,000 millas desde las Montañas Rocosas hasta el Valle del
Misisipí y desde Canadá hasta el Golfo de México. La zona del este de esta
región tiene más agua y un suelo más suave que la del oeste. En la zona del oeste
más seca, las hierbas densas y bajas daban un tipo de pasto perfecto para
alimentar a millones de búfalos.
En los llanos del este, varios grupos
se dedicaban a cultivar la tierra y cazaban búfalos sólo unos pocos meses al año.
En los llanos del oeste, los nativos americanos seguían las manadas de búfalos
la mayor parte del año. En la primavera y a principios del verano, grupos
pequeños preparaban emboscadas donde los búfalos llegaban a tomar agua. Los cazadores
cargaban arcos de madera dura reforzados con tiras de tendón de búfalo. Al
apuntar, cada hombre disparaba una flecha de madera de punta de piedra afilada,
cubierta con plumas que le ayudaban a volar siguiendo una trayectoria derecha.
En el otoño se reunían grandes
manadas de búfalos y la gente de los llanos viajaban en bandas más grandes. A
veces los hombres les hacían una trampa a los búfalos amontonando piedras para
construir dos paredes bajas en un pasillo en forma de V. Las paredes obligaban a
los búfalos a juntarse mientras se acercaban a un precipicio. Detrás de la
manada, la gente le prendía fuego al pasto o hacían ruidos fuertes para
producirles pánico a los búfalos. Los animales pasaban en estampida entre las
paredes y sobre el borde del precipicio. Abajo, otros cazadores los remataban
con lanzas o arcos y flechas.
El búfalo era el alimento principal
de los habitantes de las llanuras. Las mujeres y los niños cortaban la carne de
búfalo con cuchillos de hueso. La carne extra se secaba y se guardaba para el invierno.
Los indios de los llanos se
aprovechaban de todas las partes del búfalo. La piel del búfalo se convertía en
escudos, recipientes impermeables, ropa abrigadora y cobijas. Para hacer ropa y
bolsas, las mujeres suavizaban la piel con raspadores de hueso y la frotaban
con grasa y tejidos de cerebro de búfalo.
El pelo y los tendones del búfalo se
trenzaban en cuerdas para usos generales y para arcos. Los cuernos y las
pezuñas se convertían en cucharas y platos, o se hervían para hacer pegamento.
El estiércol seco del búfalo proporcionaba combustible para el fuego. Los
búfalos también proporcionaban materiales para las casas. Usando los tendones
como hilo, las mujeres cocían de ocho a 20 pieles de búfalo. Las pieles
entonces se sujetaban alrededor de un cono alto de postes para hacer un tipi,
palabra de los llanos para “vivienda”. Los habitantes de los llanos tuvieron
más éxito cuando los exploradores españoles introdujeron caballos en la región.
Ya con caballos, los cazadores podían cazar más búfalos y moverse más rápida y cómodamente
a nuevas tierras de caza.
LOS NATIVOS
AMERICANOS DE LOS BOSQUES DEL ESTE.
Los bosques densos les daban hogar a
los venados, castores y otros animales salvajes y proporcionaban comida,
vestido y refugio a los nativos americanos de los Bosques del Este.
La región cultural de los Bosques del
Este se extiende desde el Río Misisipí hacia el este hasta el Océano Atlántico,
y de Canadá hasta Carolina del Norte. Aquí, las nieves de invierno y las lluvias
de verano producen bosques, lagos y arroyos que parecen interminables. Dos
grupos de idiomas emergieron en esta región. En la mayor parte del territorio
los habitantes hablaban lenguas algonquianas. En Nueva York y al sur de los
Grandes Lagos, vivían los grupos de habla iroquesa descritos en esta sección.
En ocasiones los hombres se dedicaban
a la caza, usando cerbatanas para ardillas, conejos y guajolotes y arcos y
flechas para animales grandes como venado. Incluso cazaban caimanes y tortugas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario