CHIQUITOY PREHISPÁNICO:
MONUMENTOS ARQUITECTÓNICOS (HUACAS)
DEL EXTREMO SUR DEL VALLE DE CHICAMA, COSTA NORTE DEL PERÚ.
El valle de Chicama es una de las regiones arqueológicas más ricas de la
costa norte del Perú. Desde los tempranos trabajo realizados por Rafael Larco
Hoyle quien identificó culturas como la Cupisnique y Salinar, así como su
extenso trabajo sobre la cultura Moche (Larco 2001), se pudo advertir la
importancia de esta región. en este valle, también se encuentra uno de los más
extensos asentamientos del periodo lítico o Pre-cerámico temprano, denominado
la Sociedad “Paijanense” (12,000 b.P.) (Chauchat 1975). sin embargo, el valle
de Chicama es quizá más conocido hoy en día porque allí se encuentran sitios
arqueológicos que han sido extensamente investigados como el Complejo
arqueológico el brujo, que incluye Huaca Prieta (Pre-cerámico) y Huaca Cao
(Moche) (Bird et al. 1985; Dillehay et al. 2012; Franco 2009). en este último
se descubrió la tumba de una poderosa gobernante, sacerdotisa y miembro de la
élite Moche. Del mismo modo, en el Complejo arqueológico el brujo, un proyecto
conducido por el actual director del Peabody
Museum at Harvard University, viene excavando un extenso pueblo e
iglesia del periodo Colonial temprano del siglo XVI Y XVII (Quilter et al.
2010).
A pesar de la riqueza arqueológica mencionada, el valle de Chicama
cuenta con varias decenas, sino cientos de ‘huacas’ o pirámides truncas aso-
ciadas a otros restos arquitectónicos de carácter monumental, doméstico, cementerios
y sistemas de irrigación. numerosas prospecciones arqueológicas y
reconocimientos en campo han dado cuenta de la abundancia de sitios en este
valle costeño, lo cual indica que fue un espacio geográfico propicio para el
desarrollo de sociedades complejas (Larco 1945; Kosok 1965; Castañeda y vega
1991; Russell et al. 1994).
HUACA COLORADA, VISTA DESDE EL SUR.
En el presente artículo, queremos llamar la atención de un área
relativamente olvidada en términos de investigación arqueológica en este valle.
se trata del extremo sur del valle de Chicama, el cual colinda a su vez con el
extremo norte del valle de Moche, convergiendo ambos en un desierto coronado
por el macizo cerro Campana.
En las cercanías del pueblo de
Chiquitoy, al menos tres sitios de carácter monumental, los cuales fueron
aparentemente construidos en diferentes periodos prehispánicos, conforman el
núcleo arqueológico-monumental de esta zona. alrededor de ellos existen
numerosos asentamientos arqueológicos más pequeños, así como restos de caminos,
murallas, obras de ingeniería hidráulica prehispánicas y grandes conchales
superficiales, que parecen ser el resultado de acumulación de desechos
domésticos y de actividad artesanal en el pasado.
HUACA MÉDANO
Este edificio prehispánico es particularmente interesante dado que se
encuentra construido en el flanco sur de un promontorio rocoso bajo en el
límite sur del valle de Chicama..
HUACA MÉDANO, VISTA DESDE EL EST E.
Se trata de una plataforma
cuadrangular casi perfecta (53 x 52 metros) hecha íntegramente en adobes. al
parecer, su fachada principal estuvo orientada al sur con un acceso restringido
que daba ingreso a un sistema de patios y ambientes amplios hacia el norte y
este. al igual que en Huaca de la luna en el valle de Moche, la Huaca Médano
tiene una plataforma elevada en su esquina noreste, que está conformada por un
patio central rodeado de aproximadamente 20 ambientes más pequeños.
Posiblemente este patio y los ambientes sean el resultado de una reocupación
durante el periodo intermedio tardío de la sociedad.
DETALLE DE
ADOBES DE DOS FASES DISTINTAS EN HUACA MEDANO.
Sin embargo, el sitio tanto por su
forma como por los materiales asociados parece haber tenido una ocupación
primariamente Moche y luego fue vuelto a ocupar por los Chimú. sobre el
particular, en el lado este de la plataforma de Huaca Médano existen unos
montículos bajos, los cuales parecen haber sido parte de un cementerio que ha
sido intensamente huaqueado. entre los restos dejados por los saqueadores, se
han registrado fragmentos de botellas finas con iconografía compleja, típicos
de Moche IV.
Inmediatamente al norte de la
plataforma noreste, se encuentra casi al mismo nivel el promontorio rocoso, el
cual presenta una superficie aplanada. en algunos sectores se observan hoyos
cavados e intencionalmente trabajados por el hombre, pero éstos últimos están
cubiertos por la arena acarreada por el paso de los años. en una de las visitas
realizadas por el autor de este articulo con el Dr. Jeffrey Quilter, director
del Peabody Museum of Archaeology and Ethnology at Harvard University y otros
colegas norteamericanos, uno de ellos, el Dr. Jeffrey Frost, notó que tanto al
este como al oeste del promontorio rocoso se podía apreciar lo que parece ser
restos de un camino ceremonial que partía o convergía en la cima de este rasgo
natural en medio del desierto.
CERÁMICA
MOCHE IV DE HUACA MEDANO.
Hacia el sector sur y suroeste de Huaca Médano, parece extenderse un sector
residencial, el cual está densamente cubierto por la arena acarreada por el
viento.
VISTA DE SECCIÓN
DE LA MURALLA DE ADOBES EN LAS INMEDIACIONES DE LA HUACA MEDANO.
Aproximadamente a unos 900 metros al
este de Huaca Médano y cruzando la trocha carrozable que es uno de los accesos
al moderno pueblo de Chiquitoy, se registró vestigios de lo que parece ser una
muralla prehispánica. a diferencia de las típicas murallas del periodo
intermedio tardío, hechas con piedra canteada y guijarros de las quebradas,
ésta está hecha íntegramente de adobes de barro e incluso se encuentra en-
lucida (Figura 7). en su recorrido, se han hallado fragmentos de cerámica de
varios periodos, pero ciertamente destacan aquellos del periodo Mo- che
(350-900 d.C.) y el periodo transicional (900- 950/1000 D.C.).
CAMINO QUE
CONVERGE O PARTE DEL PROMONTORIO ROCOSO JUNTO A HUACA MEDANO.
VISTA DESDE
EL NORTE EN LA CIMA DE HUACA MEDANO.
Un descubrimiento que nos llamó mucho la atención fue la presencia de un
fragmento de una “porra emblemática” típica de la sociedad Moche y que se
encuentra re- presentada en la iconografía coronando edificios importantes. quizá esta muralla sea de origen Moche al igual que Huaca Médano y
posteriormente fue reutilizada por los Chimú.
CERÁMICA
MOCHE Y DE ESTILOS MÁS TEMPRANOS HALLADA EN LAS INMEDIACIONES DE LA MURALLA.
FRAGMENTO
DE CERÁMICA, TÍPICO DEL PERIODO TRANSICIONAL, CERCA DE LA MURALLA DE ADOBES.
FRAGMENTO DE
PORRA EMBLEMÁTICA POSIBLEMENTE MOCHE HALLADA EN LAS INMEDIACIONES DE LA MURALLA
DE ADOBES.
Sólo con excavaciones arqueológicas y
un programa de investigaciones podremos tener una idea más clara del proceso
ocupacional de estos vestigios. esta muralla se extiende por más de un
kilómetro en dirección suroeste y parece flanquear o delimitar las faldas norte
del cerro Piedra Parada. en su recorrido se han observado plataformas, posibles
cementerios y otras estructuras arquitectónicas.
HUACA COLORADA.
Este monumento prehispánico es quizá uno de los más espectaculares de toda
la costa norte del Perú. lamentablemente nunca ha sido excavado y por lo tanto
se desconocen detalles sobre su historia ocupacional, usos, etc. Huaca Colorada
es muy familiar entre los habitantes del valle de Chicama, pues se encuentra a
la vera del camino que antiguamente conectaba este valle con la ciudad de Trujillo
al sur. el continuo transitar de mercaderes, campesinos, arrieros y viajeros ha
generado el surgimiento de múltiples leyendas en torno a este edificio, desde
que traga ‘huaqueros’ hasta que de sus entrañas salen becerros de oro y
carbunclos con bolas luminosas en su cabeza. Fue el acervo popular, quien
nombró a este sitio como “Colorada” debido a que, según descripciones
tempranas, la fachada de este edificio presentaba restos de enlucido de barro
pintado de color rojo, el cual lamentablemente se fue perdiendo con el paso de
los años hasta desaparecer por completo.
Sin embargo, desde el punto de vista ‘arqueológico’ este sitio fue notado
por primera vez por Paul Kosok quien publica una foto aérea de la zona (Kosok
1965). Posteriormente el sitio fue investigado por el Profesor de la escuela de
arqueología de la Universidad nacional de Trujillo, Francisco Seoane quien a la
fecha ha sido el investigador que ha recopilado la mayor cantidad de
antecedentes e información sobre este monumento, la cual esta condensada en su
tesis universitaria (Seoane 2006).
Huaca Colorada es un edificio piramidal trunco inclinado y formado por tres
cuerpos o plata- formas superpuestas. la plataforma de base tiene
aproximadamente 67 x 67 metros, mientras que el segundo cuerpo o plataforma
tiene aproximadamente 46 x 50 metros y el último cuerpo o plataforma tiene 30 x
36 metros.
VISTA GENERAL
DE LA FACHADA DE HUACA COLORADA DESDE EL NORESTE.
HUACA
COLORADA DESDE LA PLAZA POSTERIOR, ZONA SUR.
Lo que más llama la atención de esta gran pirámide es que su ‘fachada’ se
orienta al norte, con una gran rampa central que conduce desde la superficie
hasta aparentemente la base de la segunda plataforma del edificio, mientras que
una gran plaza amurallada se encuentra en la parte posterior del edificio en
vez de estar al frente del mismo.
VISTA GENERAL
DE LA GRAN PLAZA POSTERIOR DESDE LA CIMA DE HUACA COLORADA.
Sin embargo, cabe
indicar que en el amplio espacio abierto frente a la fachada principal de este
edificio se pueden apreciar restos de muros bajos de adobes y abundante
material cerámico, lo que indica que bien puede haber más elementos
arquitectónicos enterrados bajo la superficie actual del terreno y entre ellos
los restos de una plaza.
Es difícil establecer si es que la rampa central continua hacia la tercera
plataforma del edificio pues en este punto dicha área se encuentra cubierta por
un relleno arrojado en tiempos coloniales y porque además en este punto el
ángulo o inclinación/elevación del edificio se vuelve muy empinado y resulta
difícil creer que la rampa llego hasta ese punto. esta rampa tiene un largo
pro- medio de 50 metros de largo con un ancho de 3 a 5 metros y tuvo muros
laterales bajos.
Desafortunadamente, un saqueo
producido en el periodo Colonial destruyó la cima de esta pirámide. Una
“compañía de huacas” excavó un enorme forado de más de 20 metros de diámetro y
una profundidad actual de 8 metros (Delibes 2012). obviamente el gran forado
debió ser más profundo, pero actualmente se encuentra cubierto por el
acumulamiento de tierra y arena a lo largo de los siglos.
NÓTESE EL
GRAN FORADO CENTRAL Y LOS CIENTOS DE ADOBES DISPERSOS, HUACA COLORADA.
El relleno extraído de este gran forado fue descartado hacia el frontis
principal de la pirámide y su lado este. en la actualidad aún se pueden
apreciar cientos de adobes que fueron parte de los rellenos que conformaron la
estructura de este edificio. Cabe anotar que, en base a las observaciones
hechas a partir de los forados de la fachada principal y posterior del
edificio, éste fue construido con el sistema de rellenos de adobes.
la plaza ubicada en el sector posterior del edificio tiene un promedio de
152 metros de largo por 112 metros de ancho y se encuentra subdividida en su
extremo norte. Presenta un acceso restringido en su muro oeste y al pie de la
pirámide, se observa una suerte de plataforma rectangular baja. al interior de
la plaza se han registrado fragmentos de cerámica y algunos restos malacológicos.
numerosas escorrentías han surcado la plaza y han causado erosión del suelo en
varios puntos de la misma.
NÓTESE EL
ACARREO EÓLICO Y LA EROSIÓN DEL SUELO EN LA PLAZA DE HUACA COLORADA.
Hacia el oeste de la plaza (aproximadamente 85 metros) se ubica un
camino prehispánico amurallado posiblemente del periodo intermedio tardío
(Chimú) y que también fue utilizado durante el Horizonte tardío (Chimú-inca e
inca). actual- mente se ha conservado un tramo de 2.10 km donde se puede
apreciar que el ancho promedio de este camino fue de 10 metros. es muy posible
que esta vía se asocie con el camino amurallado que pasa por el lado este de
Huanchaco, terminando a una distancia de casi 3 km del Cerro la Virgen, en el
extremo norte del valle de Moche (Beck 1979). en una oportunidad, el autor de
esta nota recorrió a pie este camino. si bien es cierto el segmento amurallado
termina en la distancia indicada, en el terreno se puede observar clara- mente
un sendero ancho, el cual al recorrerlo presenta gran cantidad de fragmentos de
cerámica, desechos malacológicos y artefactos líticos. este ‘sendero’ (de
varios metros de ancho que parece seguir una hondonada o cauce seco de río) se
extiende por los próximos 12.5 km, aproximada- mente, para luego aparecer en el
extremo sur del valle de Chicama como un camino formal amurallado que es el que
pasa cerca a Huaca Colorada. es interesante que este camino presente material
cerámico asociado a Salinar (200 a.C. – 100 d.C.), Moche (350-900 d.C.), Chimú,
Chimú-inca (1100- 1532 d.C.) e incluso Colonial (1532-1821 d.C.). esto indica
que al margen de la construcción ‘formal’ con paredes en el extremo norte del
valle de Moche (Huanchaco) y en el extremo sur del valle de Chicama (Huaca
Colorada), este camino debió ser una ruta tradicional que unía a las
poblaciones de ambos valles desde mucho antes que Chimú e incluso el Horizonte
Medio. Cabe anotar que este camino fue descrito hace muchos años, así como los
sitios asociados por Colleen Beck, quien incluyó esta zona como parte de su
tesis doctoral (Beck 1979).
Cerca de Huaca Colorada, aproximadamente a 470 metros al noreste, se
encuentra un promontorio rocoso en cuya base se han registrado aterrazamientos
asociados a canales de irrigación y estructuras circulares de piedra. en el
lado este del mismo promontorio se han registrado dos geoglifos, uno en forma
de grecas rectangulares y otro de forma rectangular. Desde la cima de este
promontorio rocoso se puede tener una vista general del valle de Chicama hacia
el norte, el litoral hacia el oeste, las montañas hacia el este y las ex-
tensas pampas eriazas hacia el sur y suroeste. es muy posible que este promontorio
rocoso haya jugado un papel importante en la planificación de las obras
hidráulicas que a continuación presentaremos.
En el sector al sureste de Huaca Colorada se registró un acueducto que
es parte de una red hidráulica hasta hace poco ignorada por los arqueólogos. si
bien es cierto Colleen Beck registró este sitio como parte de sus
reconocimientos de zonas arqueológicas asociadas a los caminos prehispánicos de
las inmediaciones, el sistema hidráulico en cuestión nunca ha sido mencionado
ni descrito en la literatura arqueológica, mucho menos investigado. el 2007
pudimos definir la presencia de este canal que está conservado en un tramo de 5
km, el cual viene del noreste y se dirige hacia el sur para luego girar hacia
el sur-oeste en dirección a las pampas eriazas que separan el valle de Chicama
del valle de Moche. el canal recorre el flanco norte de los Cerros Piedra
Parada y las faldas bajas del sector oeste del cerro Campana. el acueducto,
se encuentra a casi 1 km de distancia de Huaca Colorada y es muy posible que
ambas estructuras estén asociadas. este acueducto tiene un largo de 235 metros,
una base de casi 20 metros y el canal que pasa un ancho de 2 a 4 metros.
ACUEDUCTO AL
ESTE DE HUACA COLORADA.
Todo el canal estuvo revestido de piedra y barro, y hay indicios que
sugieren que la estructura que soporta el acueducto estuvo aterrazada con
piedras y muros de retención. a 230 metros al este del acueducto pasa uno más
pequeño, el cual parece que es más antiguo que el que venimos describiendo. en
las pampas que rodean el acueducto se han registrado por lo menos 14 acequias
regadoras que parten del canal que pasa por el acueducto y posiblemente
irrigaban o pretendieron irrigar las pampas que hoy lucen desiertas. es posible
que existan más canales y acequias, pero la gran cantidad de arena acarreada
por el viento ha cubierto muchas de estas estructuras. es posible que aún
existan los campos de cultivo propiamente dichos, los cuales serían muy
valiosos para la ciencia arqueológica. en este sentido, lorenzo risco,
licenciado en arqueología de la Universidad nacional de Trujillo, realizó un
trabajo multidisciplinario en los campos de cultivo prehispánicos Chimú de la
zona norte de Huanchaco, determinando elementos fehacientes que permiten
concluir que dichos campos fueron utilizados, irrigados y sembrados en el
pasado (Risco 2013).
el canal en cuestión se pierde en las pampas eriazas ubicadas al sur,
justo por donde pasa hoy en día una quebrada. exploraciones con GRP (Ground
Penetrating Radar) podrían ayudar a de- terminar la presencia y de ser el caso
el recorrido de este canal. lo que nos parece más interesante es que se trate
de un sistema de irrigación para- lelo al famoso canal intervalle de la Cumbre,
el cual pasa por el otro flanco del Cerro Campana, transportando agua del valle
de Chicama al valle de Moche (Moseley y Deeds 1982). este último sistema fue
construido durante la hegemonía de la sociedad Chimú y parecería ser más tardío
que el que hemos descrito.
a manera de hipótesis, nos gustaría proponer que el sistema de irrigación
cerca de Huaca Colorada fue una red hidráulica construida por los mismos
constructores que edificaron este monumento, posiblemente la sociedad
Lambayeque, quienes, en su afán de ganar más tierras de cultivo, construyeron
un centro ceremonial de la envergadura de Huaca Colorada y al mismo tiempo
desarrollaron un sistema de irrigación para sembrar las tierras aledañas. si
esta propuesta tiene sentido, estaríamos ante un caso excepcional para
demostrar que los sistemas de irrigación expansivos como el aquí descrito,
estaban fuertemente ligados y asociados al control religioso y al desarrollo de
ceremonias y actividades que legitimaban el poder de las élites prehispánicas
costeñas.
Huaca Colorada guarda muchas semejanzas arquitectónicas con edificios de
carácter ceremonial registrados en el valle de Lambayeque, los que a su vez
están relacionados a la sociedad del mismo nombre. entre estas características
des- tacan la rampa central y la forma cuadrangular y trunca de las pirámides,
lo que difiere del patrón arquitectónico precedente de la sociedad Moche
(Shimada 1995). en el valle de Chicama se han hallado múltiples contextos y
sitios asociados a la sociedad Lambayeque (Franco y Gálvez 2005) por lo que no
sería de extrañar que Huaca Colorada pertenezca o haya sido construida por esta
sociedad. lo interesante del caso, es que como ya han indicado otros
investigadores, no se observa este patrón arquitectónico de carácter monumental
al sur de Huaca de Colorada. es decir, este edificio es como una “línea en la
arena” que marca el límite con arquitectura monumental de esta sociedad
Lambayeque en los valles al sur de su foco de origen (Carol Mackey,
comunicación personal 2013).
ACUEDUCTO Y CANALES DE HUACA COLORADA.
CHIQUITOY VIEJO.
Este sitio es quizá el único que ha sido investigado arqueológicamente
en esta zona del valle de Chicama. en la década de 1970, fue excavado como
parte del Proyecto Chan-Chan, valle de Moche por Geoffrey Conrad (1977), quien
pudo definir una ocupación colonial, inca, Chimú inca y Chimú. De hecho,
documentos etnohistóricos mencionan que en el “tambo de Chiquitoy” el
conquistador Francisco Pizarro se hospedó y recibió noticias de los
acontecimientos ocurridos en los valles de Chicama y Moche durante la invasión
y conquista inca (Ramírez 1995). así, este sitio se configura como uno de los
edificios ‘históricos’ donde sabemos que Francisco Pizarro y su grupo
estuvieron por un tiempo.
Chiquitoy viejo es un típico
edificio Chimú el cual parece haber sido fortificado en dos etapas. Una primera
etapa corresponde a un edificio o plataforma central con múltiples
habitaciones, patios, accesos, ventanas, etc., rodeado por un espacio abierto
que estuvo cercado por un muro de adobes de 150 metros de largo x 91 metros de
ancho.
DETALLE DEL
EDIFICIO CENTRAL EN CHIQUITOY VIEJO.
El espacio libre entre el edificio y los muros parece haber
funcionado como una gran plaza, así como para contener espacios arquitectónicos
menores y hasta pequeñas huertas alimentadas con canales que vienen del
noreste. en una segunda etapa, el primer complejo cerca- do fue encerrado por
una muralla más grande, dejando un espacio aproximado de 65 metros a cada lado
y un fondo libre de construcciones de casi 140 metros. así, la segunda
cercadura tiene un área de 300 metros de largo por 225 metros de ancho y una
altura conservada de aproximadamente 10 metros.
DETALLE DE LA
MURALLA EXTERNA DE CHIQUITOY VIEJO.
En los espacios libres entre cercadura y cercadura, se pueden observar
en la actualidad principalmente campos de cultivo prehispánicos, áreas de
descarte de alimentos y un cementerio que ha sido fuertemente saqueado. al
parecer el espacio entre las cercaduras del sector este pudo haber tenido
elementos arquitectónicos, pero la vegetación hace imposible poder determinarlo
con más claridad.
Fotografías aéreas tempranas muestran claramente cómo el camino
prehispánico que pasa junto a Huaca Colorada pasa también inmediatamente al
norte de Chiquitoy viejo y se asocia a otras estructuras menores de posible
fábrica inca. en Chiquitoy viejo se han encontrado restos de enlucido con
pintura de color amarillo y rojo, así como tal vez los únicos restos de
hornacinas inca en esta zona de la costa norte del Perú.
DETALLE DE
LAS HORNACINAS Y VENTANAS DE FACTURA INCA EN CHIQUITOY
VIEJO.
DETALLE DE
PARED CON ENLUCIDO DE COLOR AMARILLO, CHIQUITOY VIEJO.
A pesar de haber sido objeto de un continuo
saqueo desde el periodo Colonial, Chiquitoy Viejo aún guarda muchos secretos y
preguntas por resolver. el excelente estado de preservación de sus paredes es
un laboratorio expuesto para arqueólogos y otros especialistas que están
interesados en temas relacionados a ingeniería constructiva prehispánica. el
simple hecho de que exista una conexión histórica de este sitio en el marco de los
múltiples sucesos que ocurrieron en los primeros años de la conquista española
permite suponer que el sitio es clave para entender las relaciones entre las
élites inca, Chimú y los primeros conquistadores españoles.
DISCUSIÓN
La breve descripción de tres sitios monumentales en el extremo sur del
valle de Chicama, así como otros sitios asociados, indican la importancia de
iniciar trabajos de investigación en esta zona. en primer lugar, el área es
propicia para entender los mecanismos de relaciones sociales, políticas y
económicas entre los valles de Moche y Chicama, al menos desde el periodo
Moche. recientes trabajos han demostrado que Larco estuvo en lo correcto al
proponer que para la fase Moche IV hubo un estado “expansivo”. obviamente éste
no se dio en la forma tal como Larco ideó en la década de 1930, pero
ciertamente hubo una corta hegemonía del centro urbano de Huacas de Moche sobre
el valle de Chicama y Virú hacia el 650-750 o quizá hasta el 850 después de
Cristo. Detalles más precisos sobre el estado de la cuestión se puede encontrar
en Quilter y Koons (2012). lo que importa en este artículo es establecer cuál
fue el rol de Huaca Médano en este con- texto, al ser el asentamiento Moche más
‘sureño’ de los Moches de Chicama y cuál fue la función de la posible muralla
de adobes cercando el cerro Piedra Parada y subsecuentemente protegiendo el
valle de Chicama por el sur. ¿acaso son estos sitios evidencia de esos momentos
de tensión y al mismo tiempo testigos de la situación política y social de
ambos valles hacia el 650 después de Cristo?
Por otro lado, la presencia de Huaca Colorada y el sistema de irrigación
descrito son un enigma sin resolver. ¿se trata acaso de una estrategia de la
sociedad expansiva Lambayeque para reclamar ‘derechos’ de explotación agrícola
en esa zona y por consiguiente de expansión territorial en este sector del
valle? Claramente los Lambayeque llegaron e influenciaron con su ideología y
control político el valle de Chicama, pero esto no es tan claro para el valle
de Moche, donde en paralelo existía el poderoso y cada vez más influyente
estado Chimú. ¿qué serie de acontecimientos pudieron ocurrir para que
Lambayeque que había ‘avanzado’ hasta el límite sur del valle de Chicama sea
luego derrotada por Chimú y éstos últimos terminen controlando su territorio
nuclear hasta la llegada de los incas, varios siglos después?
Nuevamente los trabajos arqueológicos en Huaca Colorada y el sistema de
irrigación son cruciales para aproximarnos a la problemática de la expansión
Chimú hacia el norte. Del mismo modo, nos permitiría entender la relación
templo-agricultura de tipo estatal, en tanto y en cuanto es muy posible que
ambos proyectos se hayan dado en paralelo (construcción de Huaca Colorada y el
sistema de irrigación de Piedra Parada).
Finalmente, esta zona es también crucial para entender la transición
Chimú-inca y de ésta a la Colonial. Chiquitoy viejo y las construcciones
aledañas son clave para entender la transición entre la conquista inca y todo
lo que ello debió suponer. existen múltiples datos etnohistóricos, leyendas y
pasajes de historias perdidas que narran de una u otra forma cómo es que
Chiquitoy viejo jugó un papel fundamental en la transición de ambos momentos
históricos. Ciertamente ex- cavar un sitio donde sabemos que estuvo Francisco
Pizarro y lo que allí hizo sería una aventura no sólo para la ciencia, sino
para el país entero por lo que ello significa y representa.
esta zona ofrece múltiples posibilidades de tipo científico, turístico y
de desarrollo con inclusión social. está en manos del estado y de las
autoridades competentes sumar esfuerzos para no perder ni un centímetro de
evidencia y como se ha parafraseado en algún lugar: desarrollar ‘ideas
creativas’ para llevar de la mano el tan llamado desarrollo económico, pero
también el educativo y cultural, manteniendo el legado arqueológico e histórico
que nos pertenece no sólo a los peruanos actuales, sino a esos varios
millones que están por venir (Ver Anexo).
FUENTE: ARKINKA: CHIQUITOY PREHISPÁNICO. No 220. Arqueólogo: Gabriel Prieto Burmester. Año 2014. Lima-Perú.
FOTOS: Gabriel Prieto.
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